"Un libro para jugar, un juego para leer" se lee en Los super premios, de Pablo Bernasconi. Esta afirmación resume la concepción de los libros infantiles del siglo XXI, donde un texto es acompañado de otras actividades que permiten que los niños interactúen con el libro. "Es una tendencia mundial desde hace dos o tres años; el libro es un libro juguete", afirmó Luz Enríquez, directora de la editorial El Ateneo.
"Los chicos ahora tienen muchas más inquietudes, no se conforman con el cuento clásico, están acostumbrados a hacer muchas actividades en poco tiempo", detalló Mariana Teper, mamá de Manuel, de 4 años. "Además, con los libros clásicos la actitud de los chicos es pasiva, sólo escuchan. En cambio, cuando la historia demanda su participación, porque tienen que recortar o responder a alguna pregunta, las actividades son más prolongadas y la atención también", agregó.
Gloria Rodrigué, dueña de la editorial infantil La Brujita de Papel, explicó: "Tanto chicos como grandes hoy hacemos todo a la vez. Los niños juegan con muchísimos elementos: libro, computadora, tablets , juguetes, van de uno al otro, y manejan todo con una rapidez impactante". Por su parte, Mariana Teper afirmó: "Creo que antes sólo se estimulaba el hábito de la lectura y ahora los libros abarcan muchas otras áreas. En un mismo cuento, hay actividades plásticas, juegos, cosas coleccionables".
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